Bulos indestructibles: el inglés es fácil
El inglés no es fácil. O, para ser más específicos, el inglés no es una lengua fácil. Porque no es que sea difícil como asignatura del colegio, ni que sea difícil comparado con la geometría diferencial, o con hacer el pino con la nariz. Es que, como lengua, no es fácil. "Ah, pero el inglés tiene una gramática muy sencilla". Bueno, sí, el inglés tiene una gramática básica bastante sencilla. Aunque luego hay más excepciones que moscas verdes en Suiza (muchas, muchas). Pero en fin, en realidad eso es lo de menos.
"Los españoles estudiamos inglés durante trece años y luego no sabemos hablar porque los españoles somos muy burros". Pues hombre, no sé si seremos burros o no seremos burros, pero que tardemos un siglo en conseguir hablar inglés decentemente es complicado que sea la prueba. Los españoles, para empezar (y dejando a un lado que el único inglés que oímos durante todos esos años es el nos dan en clase, cosa absurda que no pasa en ningún sitio más), venimos con la cabeza entrenada de serie para distinguir cinco vocales. En inglés hay como veinte. Pero bueno, eso puede ser un problema particularmente nuestro. Tampoco es eso lo gordo.
La verdadera "mala costumbre" que tenemos nosotros, así como alemanes e italianos, por poner dos ejemplos, es la de que a unas ciertas letras escritas les correspondan unos ciertos sonidos, siempre los mismos. Cuando este hecho lo introduces en la discusión recibes un "Ah, sí, eso es una pega del inglés". Coño, eso no es una pega. Eso es lo que hace que los americanos tengan concursos de deletreo en los que participan niños de 14 años. Claro, al verlo en las películas de pequeño era imposible entenderlo. ¿Qué problema tiene ese niño para deletrear p-a-t-a-t-a?—se preguntaba uno. El niño tiene el problema de que, al pobre, la primera lengua que le ha tocado aprender ha sido el inglés. Lo que le da un número de papeletas extra para ser analfabeto o disléxico. Y, por supuesto, para participar en el concurso ése se ha tenido que aprender de memoria cómo se deletrean unos cuantos miles de palabras. Porque haber reglas de pronunciación, las hay; pero como se incumplen más veces de las que se cumplen, para saber cómo se escribe una palabra que escuchas no hay más huevos que conocerla de antemano.
¿Y cómo han llegado a tener esta maravilla de sistema? Pues el proceso ha sido largo y complejo pero, entre otras cosas, parece ser que en el siglo XV los propietarios de la primeras imprentas en Inglaterra se dedicaron a insertar letras al final de las líneas, porque quedaba más estético, y en medio de las palabras, porque cobraban por letra impresa. Es buena idea, ¿eh?
El caso es que lo malo no es que hayan llegado a tener semejante broma de lengua, lo verdaderamente increíble, es que la mantengan.
En alemán, que tanta fama de complicado tiene, puedes pronunciar perfectamente cualquier texto en la primera semana de clase, por no decir el segundo día. Y esto no es porque les haya caído así en suerte. Hace unos años se decidieron a acabar con las pocas (pocas, poquísimas, comparadas con el inglés) irregularidades y excepciones que tenía la ortografía alemana. Pero el inglés no hay Dios que lo reforme.
The Simplified Spelling Society es una asociación que, aparte de dedicarse a hacer poemas para reírse del inglés (por no llorar, imagino), llevan desde hace literalmente un siglo tratando de conseguir una reforma en la ortografía inglesa. Imagino que a los pobres les costará al menos otros siglo más.
A todo esto hay que añadir la maravillosa idea de los phrasals verbs, que básicamente consiste en coger los verbos normales y ponerles detrás la preposición que se te ocurra. Si el verbo es take, put, come, get, turn o alguno más, tienes todas las combinaciones posibles. Lo que hace que sean sencillísimos de recordar. "Ah, pero las preposiciones están puestas de modo que son lógicas, corresponden con su significado". Sí, sí, take off sólo significa: quitarse algo, deducir, imitar y despegar. Hombre, es inmediato, no hay ni que estudiarlo, sale solo.
¿Qué sería una lengua fácil? Una lengua fácil sería una lengua que se pudiera dominar en poco tiempo. Como puede ser el esperanto. "Ah, pero el esperanto es una secta, ¿no?, ¿o no es una secta?". Sí... el esperanto es una secta, el inglés es fácil y el alemán chunguísimo. Y así será siempre. Por qué no.